sábado

COMO NO LLEGAR A LAGUNA EL CEPO

Primero empiezas con un ¡vamos! y terminas con un "conchesumadre", sí, así tal cual.

Empezamos un día Miércoles, "Miércoles de campeones". En vez de quedarnos de vagos tomando melón con vino en la playa - que hermoso- preferimos ir a meternos en los misteriosos, enormes y desolados cerros de Cochihuaz.

Partimos súper, tomamos el bus a Montegrande, y justo al bajarnos del bus nos encontramos con el muy conocido por esas tierras "grillo alvino" que nos llevó hasta el kilometro 16. ahí mismito nos encontramos con un chiquillo que nos dio unos concejos para llegar "shuer chévere bacán perro" a la laguna y nos dijo que conversaremos con don lucho Canihuante (desde ese día mi nuevo tío). Muy confiados partimos rumbo el galpón, lugar donde vivía mi nuevo y amoroso tío, y para nuestra hermosa suerte no estaba ahí peeeero, en la casa de al lado estaba su hermana Lucia (Maria para todos), ella nos dio mas y mas concejos de como llegar a la hermosa y maravillosa laguna y nos mandó a mil kilometros entre los cerros a buscar a don lucho. Caminamos, caminamos y caminamos hasta encontrarnos con un simpático huaso y su lindo corcel (un huaso y su caballo todo pajero) el nos dijo que acortaremos camino, que por el camino que nos había dicho doña María era muy largo y que mejor usaremos el camino de las cabras (beee). Nosotros, muy obedientes seguimos las indicaciones del huaso y dimos con el camino de las cabras; Diré que si, que es mucho mas corto pero mucho mas empinado -claramente si es un camino de cabras- en fin, muy emocionados seguimos el camino de las cabras y seguimos y seguimos hasta que no sabíamos hacia donde íbamos, al rato vi un árbol y no di mas, ahí pensé hacia mis adentros "aquí me muero" no podía seguir, el calor era insoportable, eran las 14.30 aproximadamente, con el sol encima quemándonos, y yo la vi negra, solo atiné a decir muy sinceramente: no puedo mas, creo que no podré llegar a la laguna.
Mi hermoso amigo y compañero de treking se compadeció de mi ser y me dejó morir hasta que encontró nuevamente el camino a la casa de don lucho. Con una fina esperanza me levanté -casi con un ataque cardiaco- y seguimos el camino a la famosa casa, después de aproximadamente media hora o 45 minutos vimos mucha vegetación (vegetación = agua = gente), se me alegró el corazón. Caminamos otra vez hasta llegar a la casa y no, no estaba, pero para nuestra suerte, esta vez no teníamos que caminar 45 kilometros entre cerros para encontrarlo, apenas caminamos 2 minutos y encontramos a don lucho arreglando una reja para las cabras.
Nuestra conversación fue muy corta y precisa, algo como: - hola, queremos ir al cepo -ok, vayan.
En realidad no fue tan así, pero resumiendo sí. Así que quedamos felices con su permiso (y nuestras maravillosas dos lucas como aporte a la comunidad también quedaron felices ahí), nos dio los típicos avisos y consejos: no botar basura, llevarse los desechos, no fogata y si cocinilla, y el mas importante: no morir. Claramente no queríamos morir, no queríamos ser los "rescatados del cepo", dignidad.
Seguimos el camino con las indicaciones de un amigo de don lucho "ustedes sigan derecho derecho derecho y cuando vean un puente cruzan y suben, suben y suben, ahí llegan a la laguna, es re fácil" MENTIRA, no es re fácil, es mas difícil que la tabla del 64 (si, difícil) Nosotros ingenuos, hijos de dios, almas puras que creemos esos tipos de cuentos íbamos full motivación. Ya -dijimos- a las 6 estaríamos subiendo y a las 8 o 9 acampando en la laguna. CASI
Caminamos como jesus de nazaret por el desierto, sentí que jesus era una alpargata al lado de nuestra caminata (sin ofender, jesus t tkm). Paré cada vez que vi una sombra y en cada parada caía tipo saco de papa al suelo: d e s t r u i d a . Al principio llevábamos agüita de la casa, de esa purificada, después de media hora de caminata el agua purificada se fue y llegó la maravillosa, rica y llena de pipí de vaca : agua de río. Sinceramente, exquisita, nada que decir, estaba ultra helada, y en esos momentos era tomar agua de rio o morir por deshidratación, así que daba lo mismo el sabor a pipí de vaca, era tanto el calor que hasta lo encontraba rico.
Caminamos, caminamos, caminamos y nada, ni rastros del puente. Después de las mil horas de treking (después de la casa de don lucho) mi gran motivación para seguir caminando ¡era el puente! (puto puente) Podrán imaginar que entre tanto cerro nos estábamos volviendo locos, según yo el viento me hablaba que era mas allá, que caminara mas, ni idea por qué no lo escuché. En fin, cada vez que pasábamos un cerro veíamos el próximo y decíamos "detrás de este es", y así con los siguientes mil cerros. Ningún, ningún pero ningún cerro tenía pistas de un puente, ni de un sendero ni de alguien que nos podría ayudar. Estábamos a 6 horas de la persona mas cercana (don lucho) y como a 12 de tener señal de celular; Por lo que contar con alguien mas que nosotros era imposible. Unas horas después, seguimos caminando y el sol cada vez bajaba mas y mas, ¡nuestras horas de luz se estaban acabando y no tenemos ni una pista del puente!
Nuestra motivación se iba en conjunto con la luz, cada vez menos. Era muy tarde y ni un solo rastro de estar cerca. Empezó a hacer frío y solo teníamos la opción de armar la carpa, o morir de frío, por que si, el frío es terrible también, igual que el calor.
Armamos la carpa, cocinamos fideos con atún (que rico), y tomamos te. Que mejor para irse a dormir. Pero no podíamos irnos a dormir sin antes ver el hermoso cielo que nos regalaba la noche. Estaba lleno de estrellas muy brillantes, de colores, creo que podía ver galaxias enteras (quizás exagero), pero en fin, después de comer y tomar te, sacamos un par de fotos a las estrellas y a dormir, dormir y dormir.

En la mañana despertamos tipo 7.30am, había luz pero no calor, era un frío cordillerano rico de la mañana. Hicimos fideos con palta (ñami) y el infaltable te para tener energía. Se nos venían varias horas de caminata.
Después de desarmar la carpa, comer, tomar el te y darnos ánimo, decidimos continuar nuestra aventura, pero esta vez no a buscar el puente, si no, a buscar el camino de regreso. No era tan complicado, o sea, habíamos caminado cerca del río como por 8 horas, cómo nos íbamos a perder...
para nuestra suerte, no, no nos perdimos - lero lero - pero si hubiéramos seguido y seguido y seguido en dirección a la supuesta laguna si nos hubiéramos perdido, que pena.
Resumiendo, mis ganas de volver, de encontrarme con alguna posa para tirarme como ballena al rio (al río jiji) de encontrarme con algún camino que no sea solo tierra, tierra y mas tierra, hicieron que el regreso fuera mucho mas corto que la ida. Paréntesis, normalmente por lo que entiendo el regreso siempre es mas fácil porque te sabes el camino y todo eso, así que gracias oh dios del regreso, cierra paréntesis.
Después de caminar unas 4 horas sin parar, encontramos el camino de cabras que llevaba a la casa de don lucho, en todas las horas de caminata jamas nunca me acordé que debíamos avisarle a don lucho de nuestro regreso, así que cuando pasamos por el glorioso camino de cabras ni se nos ocurrió volver a  subir e ir a la casa de don lucho - ni ca gan do - en fin, caminamos otra hora mas y encontramos una hermosa posa de rio, donde mi ser y mi instinto de piriguín salieron a flote y como estábamos solos, bye bye ropa, a calato, como nos trajo el mundo. Mentira, nos sacamos los calchunchos, nos pusimos traje de baño y al agua pato. El agua esta mas helada que el corazón de mi ex, sentí como me electrocutaba con el hielo cordillerano. Estuvimos en la posa como 30 minutos, pero nos bañamos 0.1 segundo por lo helada del agua - sí, así de chantas -
Después de secarnos un ratito al sol, continuamos nuestra travesía; Pasamos un puente (no el de la laguna) y caminamos, caminamos y caminamos otra vez hasta llegar al famoso galpón, casa de don lucho, don lucho al que teníamos que avisar nuestro regreso, regreso fallido, fallido de verdad, de indignidad. Claramente como no estaba, no tuvimos que mirarle la cara y explicar como no llegamos a la laguna. Pero como era obligación avisar que estábamos vivos, pasamos a la casa de la tía María (sí, ahora también es mi nueva tía). Avergonzados, tocamos la puerta de su casa y ella muy amor, salió con una sonrisa de oreja a oreja :"como les fue chiquillos, era bonito o no? uff la media caminá que se pegaron" cómo respondíamos a eso, decir la verdad era muy humillante, pero mentir no nos servía de nada. Así que como me enseñó mi mamita, preferí no mentir y decirle en un tono humillante pero muy orgullosa: "caminamos ene pero no encontramos el puente jamás". La cara de la tía María fue una combinación *entre pobres niños*  y *que risa, estupidos*. Creo que al vernos tan tristes, nos subió el animo diciendo que si, que quizás el río estaba tan fuerte que se llevó el puente, o,  definitivamente nos faltó caminar mas de las 8 horas. Como estábamos tan frustrados nada de lo que dijera la tía María nos iba a animar, así que firmamos el libro de acta, para decir que llegamos y salimos enseguida del lugar, en ese momento, en el estado que estábamos solo queríamos llegar a casa.
De ida, fue muy fácil encontrar alguien que nos llevara, pero de vuelta, nada pasaba, así que tuvimos que caminar como kungfú - o indiana jones como dice nico - caminamos todo el camino de cochihuaz, pasamos casi todos los campings y nadie iba de vuelta a Montegrande, caminamos y caminamos (caminar ya era costumbre) hasta que encontramos una sombra y paf, al suelo, no di mas, mis pies y mis piernas morían cada vez que daba un paso mas. Después de morir como 5 minutos,  pasa un auto, y cual curao´ al vino, salté al auto. "oiga nos lleva? vamos a Montegrande" fue lo único que atiné a decir, el resto mi hermoso y conciliador compañero lo arregló con el conductor mientras yo moría y muy patudamente me instalaba en el asiento de atrás del auto. El tipo era re simpático, ahuasado, con mil historias pero igual nos cobró luca para volver.
Así se va terminando nuestra hermosa y terrible travesía por los cerros de cochihuaz. En Montegrande esperamos el bus, y para nuestra suerte -esta vez suerte de verdad- el bus era full equipeichon y tenía aire acondicionado H E R M O S O. Bastó con sentarnos y morir al segundo (No antes sin morir de risa por nosotros mismos y nuestro fallido viaje).

Llegué a casa, ahora si que se acabó el grandioso viaje. Con cero ganas de volver, con mil kilos de tierra en el cuerpo, full deshidratada, con un hermoso olor a caca en el cuerpo, solo atiné a tirarme en la cama a morir; Ahora no bajo la sombra del único árbol, no a la orilla del rio, simplemente en mi hermosa y maravillosa cama.


CONSEJOS:
no vayan al cepo.